Estudios recientes revelan
que aproximadamente un 70% de las mujeres no saben cómo cuidar la zona del
pecho o busto. Los motivos por los que debemos prestar atención a esta parte de
tu cuerpo no son solo estéticos, también es primordial la salud, por lo que es
recomendable realizar periódicamente un análisis de esta zona y acudir los más
pronto posible a nuestro médico si notamos cualquier anomalía.
Lucir un
bonito escote realza cualquier prenda que llevemos, por más simple que esta
sea. La flacidez es uno de los principales problemas estéticos que afecta a
esta zona. El embarazo, los
cambios de peso, la falta de ejercicio y el paso del tiempo son factores que
afectan directamente a los senos.
Por su gran
sensibilidad, los senos deben ser tratados con delicadeza y, como otras partes
del cuerpo, merecen un cuidado diario específico.
Durante el
embarazo, al tomar anticonceptivos orales o engordar, nuestro pecho sufre
cambios importantes de volumen. Con el paso del tiempo, la piel del busto
pierde su tersura y los senos tienden a caer. Todo ello, junto con la falta de
ejercicio y de cuidados diarios, propicia la flacidez del pecho y su
consiguiente descuelgue.
El
pecho requiere unos cuidados especiales. Es importante exfoliar los senos para
activar la circulación sanguínea, eliminar las células muertas y permitir una
correcta absorción de las cremas de tratamiento.
Aplicar
a diario una crema o loción hidratante.
Los
cambios hormonales y de peso pueden causar la aparición de estrías en los
senos. Las cosmética a base de sustancias regenerantes, como la rosa mosqueta,
puede ayudar a prevenir y tratar este problema.
Algunos
productos ayudan a combatir la pérdida de elasticidad y firmeza. Se trata de
geles, cremas y sueros que contienen ingredientes reafirmantes y estimuladores
de la síntesis de colágeno. También existen cosméticos que ejercen efecto
lifting, tensan y remodelan los senos.
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